En esta ocasión, vamos a basar nuestra enseñanza en 2 Timoteo 4: 1-5, en esta porción le está hablando el apóstol Pablo al joven Timoteo:
1.Te encarezco delante de Dios y el Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2. qué prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3. Porque vendrá tiempo (esto es una promesa y es una profecía) porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, 4. y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. 5.Pero tú sé sobrio en todo (esto es equilibrado), soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.
En otras palabras lo leo de la siguiente manera : Por lo
tanto te encarezco ante Dios y ante Jesucristo quién va a juzgar a los vivos y a los
muertos, cuando venga establecer su reino, que con ¡urgencia prediques la palabra
de Dios!, que lo hagas a tiempo y fuera de tiempo, cuándo convenga y cuando no
convenga, convence, aconseja, reprende, insta si es necesario a hacer el bien y
en todo tiempo, con paciencia proporciona a tu pueblo el alimento espiritual de
la palabra; porque llegará el momento en que la gente no querrá escuchar la
palabra, la verdad, si no que correrán detrás de maestros que les digan lo que
desean oír, en vez de escuchar lo que la Biblia dice, correrán ciegamente bajo
sus errados conceptos. Por esto mantente despierto, vigilante, no temas sufrir
por el Señor; ¡gana almas para Cristo cumple con tus deberes, amén y amén!
Bendito seas tú Señor por tu palabra, gracias Señor por
tu palabra, te amamos y enséñanos a amar tu palabra cada día más, a atesorarla en
nuestro corazón; a que tu palabra nos edifique. Qué doloroso es ver gente que
lleva años de conocer "supuestamente", de conocer de Dios metidos en una iglesia, aún gente sirviendo ejerciendo un liderazgo pero no viven en la libertad la
palabra, esclavizados por sus luchas, esclavizados por sus miedos, esclavizados
por sus temores, esclavizados por sus debilidades, por sus angustias, sus
depresiones por sus soledades, por los miedos del alma; cuando dice la palabra
que el Señor nos llama a vivir en libertad; cuando dice la palabra que sí
conocemos la verdad, ésta nos hará libres. Bendito sea el Dios del cielo,
bendito Señor porque en este ministerio Dios pone el querer como el hacer; de
predicar la palabra tal y como es, como se debe predicar la palabra. Bendito sea el
Señor por eso, bendito sea Dios.
Una y otra vez el mundo es bombardeado por mensajes que
ofrecen esperanza, por doquiera, temas como el coaching, el liderazgo, las
energías, el aura, los mantras, los chacras, el desarrollo y el crecimiento personal, el autodesarrollo etc. Bombardean a la humanidad llevando
a los seres humanos a creer con frenesí en estas filosofías humanas que
prometen liberación, que prometen bienestar, que prometen desarrollo y crecimiento,
prosperidad, pero que jamás podrán cumplir y si lo están prometiendo, están
mintiendo.
"Libertad verdadera del alma", el mundo puede dar cosas, el
mundo puede ofrecer cosas; hasta paz le puede ofrecer el mundo a
usted; por eso el Señor Jesucristo dijo: Mi paz os dejo mi paz os doy, pero Yo no la
doy como el mundo la da; porque el mundo da paz, una paz aparente, todo lo que
el mundo da es una apariencia. Cuando una persona en vez de acercarse a Dios
busca el desarrollo personal, las filosofías, sus pensamientos personales etc.
está buscando cosas en pura apariencia y lo que va a tener es apariencia, pero
nada verdadero. El apóstol Pablo le está diciendo a Timoteo: te encarezco ¿qué
significa decirle a una persona eso? Por amor a Dios, por lo más sagrado, por los
más importante en su vida le pido, le suplico, le imploro poniendo a Dios como
testigo, Timoteo… delante de Dios y ante el mismo Cristo Jesús quiénes
juzgaran a los vivos y a los muertos, que prediques la palabra… Timoteo por
favor; no te apartes…no te apartes de predicar la palabra, Timoteo yo te
suplico delante de Dios como testigo de nuestro Señor Jesús que nos habrá de
juzgar, que no dejes de predicar la palabra.
Cuando usted sea llamado a cuentas, reitero, cuando usted
sea llamado a cuentas Dios le va a demandar que tanto busco usted realmente la sana doctrina; el
Señor nos va a demandar cuentas a cada uno… los predicadores, vamos a ser
juzgados nosotros quiénes predicamos la palabra, vamos a ser juzgados de una
manera ¡más fuerte y severa! seremos juzgados si predicamos o no, o si engatusamos a la gente, o si entretuvimos a la gente, o si
predicamos un evangelio contemporáneo para tener una iglesia simplemente llena.
Mis amados hermanos; los que predicamos la palabra, los pastores, los
maestros, los evangelistas ¡vamos a hacer juzgados de una manera muy dura por
el Señor! y el Señor va a evaluar con lupa qué fue lo que enseñamos, qué fue lo
que hablamos, que fue lo que predicamos, por donde llevamos el rebaño, por
donde llevamos las ovejas, el Señor nos ayude a mantenernos centrados en la
predicación de la palabra.
El apóstol Pablo está diciendo esto a Timoteo: Te suplico,
te imploro, y se nos dan razones:
Cristo nos va a juzgar… Cristo va a juzgar si se predicó o no se predicó la palabra; Embajadores de Esperanza es un Ministerio de
Dios, Él es el dueño y Señor y de todos
los ministerios en el mundo, Él es el dueño de la iglesia, Él es su dueño y es mi
dueño, y Él va a juzgar si en Embajadores de Esperanza realmente se predicó la
palabra cómo se tenía que predicar o simplemente nos dedicamos toda la vida a
predicar un mensaje agradable, un mensaje atractivo, un mensaje bonito; porque
hoy las predicaciones nacen de eso de lo que la gente quiere escuchar, pero hay
una grandísima diferencia entre lo que usted quiere escuchar y lo que usted
necesita escuchar.
Son dos cosas completamente diferentes, hoy le digo a
cada hombre a cada mujer usted tiene una responsabilidad personal y es de
buscar la sana doctrina y la palabra de Dios. En Embajadores de Esperanza
predicamos la palabra con temor y temblor de parte de Dios y delante de Dios; de
parte de Dios porque traemos el mensaje de parte de Dios. Delante de Dios,
porque enseñamos la palabra como si estuviera el mismo Señor aquí presente,
mirándonos y evaluándonos, porque cada enseñanza que se da Él está
evaluándonos, porque cada palabra que se da Él está escuchándonos. Y les digo hoy…
un día Él me dijo: Satanás Está bravo contigo… y yo le dije Señor la única
manera que yo me detenga y deje de predicar la palabra es que tú me mates… es
la única manera. Te pido dame la sabiduría para seguirlo haciendo; es mi razón
de ser, ¡es lo que me mantiene vivo! ¡es la razón de mi vida! no son las
carreras universitarias que tengo, ni la cantidad de diplomados o doctorados o
posgrados que se pueden llegar a tener… porque como lo dijo el apóstol Pablo ¡Todo
eso lo tengo por basura!...
Detesto cuando me invitaban a predicar que me dijeran o me presionaran para que yo
escribiera todo mi currículum para que antes de yo subirme a predicar en un
púlpito pudiera yo descrestar a la gente con la cantidad de títulos; simplemente
escribía: siervo de Cristo por su gracia y por su misericordia. Porque los títulos aquí no son importantes, el prestigio profesional que usted
pueda tener no es importante, el dinero que usted pueda tener, no es más importante, lo
importante es ser portador de la palabra de Dios y esta es la razón de ser de
mi vida no hay nada que yo ame más que predicar la palabra.
Y las personas y los hermanos, los siervos que se están
levantando para predicar la palabra, se están levantando bajo esta escuela, no
nos da miedo predicar la palabra; y esta palabra que el apóstol le da a Timoteo
la he tomado para mí desde hace muchos años y le dije al Señor dame la
oportunidad de predicar la palabra, vivir para predicar la palabra, y no me interesa dar un mensaje contemporáneo
porque lamentablemente el antropocentrismo se ha metido a la iglesia hoy, el
antropocentrismo, el humanismo se han metido hoy como un cáncer han impregnado
la iglesia y hoy encontramos que el afán de muchos es dar mensajes que agraden
a la gente, hasta se atreven a hacer encuestas preguntando las necesidades de la
gente, ¿Cómo les parece que podría ser mejor la iglesia? no mis amados, la
iglesia no se puede pensar para agradarle a usted ni a mí, la iglesia tiene que
ser pensada para agradarle al Dios del cielo porque las almas se están
perdiendo, ¡las almas se están perdiendo!… No es poca, es mucha la gente con la
que me ha tocado hablar; muchas veces y hablarles con valor, aunque me rechacen
y me desprecien, no importa, eso es predicar a tiempo y fuera de tiempo, aunque
convenga y aunque no convenga, aunque reciban la palabra, aunque se la escupan,
aunque la acepten, aunque la rechacen.
Por eso dice el apóstol Pablo a Timoteo: que prediques la
palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo, Timoteo redarguye con la
palabra, redarguye…Le dice el apóstol Pablo dice que con urgencia prediques la
palabra, cuándo convenga y cuando no convenga ¡convence! eso significa
redargüir, aconseja, reprende si es necesario. Esa es mi responsabilidad como
pastor, como predicador esa es mi responsabilidad; pero su responsabilidad es
anhelar la sana doctrina y no estar comiendo basura que Dios no lo está
llamando a comer, basura disfrazada de predicación.
Hoy las iglesias están afanadas en eso, en enviar un mensaje antropocéntrico por eso se
encuentra muchísimas Iglesias en el mundo entero, no pocas, muchísimas qué es
tan afanadas en parecerse mucho al mundo; en traer las estrategias del mundo para
agradar a los jóvenes y mantenerlos entretenidos, para agradar a los niños y
mantenerlos entretenidos, para las parejas, a los hombres, a las mujeres y
mantenerlos entretenidos con mensajes que no confrontan, con mensajes que no
les enseñan las doctrinas básicas, porque como lo publicamos en nuestra página
Facebook hoy la iglesia está obesa de música, de grupos de alabanzas, pero está
completamente raquítica en doctrina, hoy la gente son miles y miles de millones
de creyentes que creen pero no tienen bases doctrinales.
Entonces el Señor nos va a juzgar, pero, así como ésta es
mi responsabilidad como pastor predicar la palabra, a usted se le va a demandar
cuentas de que tanto usted busco la sana doctrina o se dejó arrastrar por el
evangelio light cómodo, milagrero, centrado en el hombre en hacerlo sentir bien,
donde siempre le hablaban de amor, confort, fortaleza, restauración. ¿Cuándo le
hablaron de pecado? ¿Cuándo le hablaron de santidad? ¿Cuándo le hablaron de
juicio? ¿Cuándo le hablaron de condenación? ¿Cuándo le hablaron del final de
los tiempos? ¿Cuándo le hablaron del arrebatamiento? No, esos temas hoy se evitan,
se han escondido por allá en el último cajón de la biblioteca y no sé predican
porque lo más importante hoy es que la gente se sienta bien. Hermano, hermana, lo hemos dicho, lo hemos repetido y lo repetiremos siempre, la
predicación no es para que usted se siente bien, ¡nunca! ¡jamás el evangelio es
para eso!¡ nunca crea esa mentira!
Hay gente que va la iglesia y opinan y dicen: ¡Ay qué
linda! hoy si me gustó la enseñanza! Claro… le hablaron cosas lindas que le halagaron
y le acariciaron el oído, pero… ¿Y qué si le dan un tema que lo confronta a usted
con su pecado? Pero... ¿Y qué si dan un tema donde le pisan la llaga? ¡Redarguye
y reprende! mis amados, el Señor nos va a juzgar en cuánto si predicamos o no
predicamos la palabra y también en cuanto si anhelábamos o no anhelamos la sana
doctrina, porque en esta porción que acabamos de leer hay una advertencia ¡espantosa!
¡espantosa! y cuando dice la palabra que instes a tiempo y fuera de tiempo significa
con urgencia predique, no esperé a que las oportunidades le lleguen, ¡busque
las oportunidades!
Yo le quiero hacer una pregunta a usted que está leyendo
esta enseñanza:
¿A quién le va a hablar y a predicar la palabra con
urgencia, a tiempo y fuera de tiempo? Empiece por usted, anhele usted la
palabra, la sana doctrina, de llenarse de la palabra, de fortalecerse, de
recibir libertad. No nos podemos quedar con dar gracias a Dios por lo que hemos
recibido este año o pidiéndole a Dios por las necesidades, tenemos que
mostrarle al Señor que tenemos un corazón hambriento, dispuesto. ¡Como el
ciervo brama por las aguas así clama por ti el alma mía Señor! Eso significa buscar
la palabra… usted puede estar muy contento con su trabajo, le felicito, usted
puede estar muy contenta con su casa le felicito, usted puede estar muy
contento con su matrimonio le felicito, con su estudio, con su carrera, usted puede
estar muy contento con sus finanzas porque van bien le felicito, porque tiene
salud lo felicito… bendito Dios, gloria a Dios. Pero si usted estando contento
con todas esas cosas que acabo de mencionar no tiene hambre y sed por buscar de
Dios por buscar de la palabra, por aprovechar los espacios que Dios pone en su
vida para que usted sea edificado; significa que usted está contento con su
vida espiritual alejado de Dios, una vida espiritual tibia sin la presencia, el
fluir, sin el gozo y sin la gloria de
Dios.
Dios anhela y espera que usted no se conforme a lo que ya tienen… ¡vamos a ser juzgados! ¡vamos a ser juzgados¡ Dice la palabra en Mateo 16: 27
Porque el hijo del hombre vendrá en la gloria de su padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.Dice la palabra en Hechos 10: 42
Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por juez de vivos y muertos.
Esto es Cristo Jesús, ¿A cuántas personas usted les está
predicando la palabra hoy? ¿Para cuánta gente usted está siendo luz? Cuántas
almas se pierden… no tenga temor a la frustración, no tenga temor al
rechazo, no tenga temor al ridículo, a la persecución, predique la palabra…
predique la palabra, abra su boca y sea luz para otros, empiece por sus
familiares porque el Señor nos va a juzgar.
Le dice el apóstol Pablo a Timoteo: predica la palabra, la palabra, predicar que viene de una raíz griega (Kerusso) qué significa: pararse a hablar, en pie, frente a las personas con toda la dignidad y la autoridad de Dios. Predicar era la palabra que se usaba para hablar de un embajador, de un representante del Rey, cuando los reyes mandaban a un mensajero a otro país u otra ciudad con un mensaje, lo que ellos iban a hacer cuando llegaran allá a su lugar de destino era predicar, entonces el rey lo que le decía al mensajero era: vas a ir y vas a predicar, es decir vas a transmitir este mensaje con mi autoridad, con mi dignidad, con mi representación me vas a representar tú me vas a representar allá.
Por eso nos llamamos
Embajadores de Esperanza, haga valer ese nombre, usted es Embajador de Esperanza,
porque somos Embajadores de Cristo dice la palabra que somos, y nosotros estamos
llamados a rogarle a la gente, os rogamos reconciliaos con Dios, reconcíliate
con Dios, eso es predicar, estamos llevando un mensaje que no es nuestro, es un
mensaje de Dios, por eso, nosotros no debemos predicar nuestras
propias ideas, no debemos predicar las ideas de otros hombres, no debemos
predicar filosofía, psicología, autoestima, éxitología, coaching, desarrollo
personal, justicia propia, sociología, ciencia, desarrollo, de fusionar
esfuerzos personales, cosas que impulsan el ego, religiones hechas por seres humanos,
¡nosotros no debemos predicar esas cosas! Debemos hablar la palabra, cuando
usted se le acerque alguien a pedirle un consejo, no se ponga a darle consejos, háblele
la palabra porque sus consejos no traen libertad lo que trae libertad es la
palabra de Dios.
Predicar la palabra entonces es una orden que debe
hacerse con urgencia, predica Timoteo predica… predica… te encarezco (Ponga aquí
su nombre) delante del señor Jesucristo qué prediques la palabra, predica la
palabra, abre la boca, a veces el compañero del trabajo que mucho ríe es el que
más ganas de quitarse la vida tiene, a veces el que más chistes
lanza, el más morboso, el más grosero es el que más hundida tiene el alma en
aguas turbias, a veces el más vanidoso, el más materialista, es el más
necesitado de Cristo, a veces el más líder y el más motivador de todo el mundo
es el que más depresiones sufre, no se deje engañar
por las apariencias… yo le lanzó un reto a cada uno de ustedes, busquemos la palabra, terminemos este año buscando la presencia de Dios como
nunca hermano para que podamos ver cómo Dios se glorifica en el año 2023. Para
que vamos ver cómo Dios se glorifica, porque tal vez usted se conformó con la
misericordia de Dios, por la misericordia de Dios usted come, por la
misericordia de Dios usted está vivo, por la misericordia de Dios usted tiene
techo, un abrigo, un trabajo, un sustento, por la misericordia… pero Dios es un
Dios de cosas sobrenaturales, Él quiere derramar de su gloria sobre nuestras
vidas, avivarnos, mantenernos vivos, mantenernos encendidos calientes y usarnos
para que seamos luz para otras personas.
Sacudámonos de esa comodidad espiritual, prediquemos la
palabra a tiempo y fuera de tiempo, a toda hora y en todo momento, nosotros,
usted y yo hacemos parte de La gran comisión; este tema de predicar y evangelizar ¿Quién dijo que solo es deber de los
pastores o los servidores? Esto es una responsabilidad de todos y cuando Dios le pida cuentas, el Señor le va a llamar y le va a decir ven pasa al frente (ponga
su nombre aquí), párate enfrente mío, voy a llamar…imagínese usted toda la
humanidad allí, quiero que pasen al frente todas las personas que conocieron de
mí a través de (ponga su nombre aquí) y usted va mirar hacia atrás, le quiero
hacer esa pregunta, cuándo el Señor le diga voltee y mira la pregunta es ¿Usted
que quiere ver? ¿dos personas, una, tres? o que por el contrario usted se
volteé y se tiene que poner la mano sobre su frente haciendo sombra y diga Señor
no alcanzo a ver el final de la cola… recuerde que los buenos árboles estamos
llamados a dar buen fruto, se lo digo, los buenos árboles estamos llamados a
dar buen fruto ¿Con qué fruto, con qué tesoro se va presentar delante del Señor?
Porque Quizás se le está pasando la vida y la vida cristiana que usted está
viviendo le está alcanzando únicamente para pensar en sus necesidades
personales y no se está dando cuenta de que se está haciendo viejo o vieja.
Dice la palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo,
esa palabra instar significa (epistemi) en el original griego y significa tomar
una postura firme, defenderse, aferrarse. Hay tiempos difíciles, hay tiempos
complicados, hay tiempos duros que usted siente que se va a reventar por las
situaciones por lo que sea, así como padecemos también juntamente con Cristo
seremos glorificados, bendito sea el Señor, debemos predicar la palabra cuando
sea favorable, oportuno, pero también cuando las circunstancias parezcan
desfavorables. Tiene que ardernos el corazón, el problema es que a muchos no
les arde el corazón por predicar la palabra, el problema es que muchos no piden al Señor: ¡dame gente Señor, trae personas a las que yo
pueda hablar, Señor gente en el trabajo, aún gente que no conozca!, hay gente
que trabaja tienen trabajo de oficina se relacionan etc. Y dicen es que yo tengo
a quién más hablarle.
Nunca oran al Señor pidiendo estrategias, nunca oran al Señor
pidiendo almas, Señor dame almas quiero dar fruto de almas Señor, ¿Cuántas
almas usted se ha ganado este año para Cristo? ¿Cuántas personas llegan por usted
a Cristo? ¿Cuántas personas cultivo, consolidó este año para Cristo?
¿Cuántos sábados se fue a evangelizar? ¿A cuántos vecinos usted le ha abierto la boca para dar una palabra? Tenemos que asumir una postura firme, tenemos que hablar con valor la palabra, y eso es lo que el apóstol Pablo le está diciendo a Timoteo… y ¿Porque tenemos que hacer todo esto hermano?
versículo 3: porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, no sufrirán la sana doctrina.
Fíjese usted qué esta enseñanza no es una enseñanza
hablándole de sus bendiciones, porque hermanos nosotros queremos muchos de Dios
como ovejas… dameee, sanameee, ayúdameee, prospérameee, protegemee y guardameee,
y de pronto el Señor le está diciendo evangelizaaa, predicaaa, egoísta,
egocéntrico, absorbido pensando solo en sus necesidades y en sus problemas.
Dice la palabra redarguye qué significa zarandear, enfrentar
a una persona a su culpa, guiar a una persona para que vea su pecado y sienta
esa culpa, es convencerlo de ese pecado; pero esta palabra pecado se ha hecho a
un lado inclusive en la música que se supone que es cristiana, que sacan hoy ya
ni siquiera esta eso ahí. Hoy la gente no quiere sufrir la sana doctrina, no
soportarán la sana doctrina, no soportarán las enseñanzas, las instrucciones de
la palabra de Dios y la exhortación de Dios, nos hace falta fuego en el corazón; ¿Porque usted no se ha ganado 3,4,5 personas este
año? Qué es un fruto muy poco para un año, para 365 días, y siempre la excusa la misma, siempre, no
tengo tiempo, Le hablo a la gente pero la gente no pone atención, porque no estamos empoderados de la palabra no
estamos empoderados del Espíritu Santo, por qué no oramos, porque no ayunamos, porque
no clamamos por las almas, vivimos es pidiéndole a Dios que nos restaure, que
nos dé, que nos bendiga, todo para nosotros pero no estamos dispuestos a darle
a Dios; estamos muy dispuestos para servir en la obra pero no a predicar la
palabra. Yo creo que el Señor prefiere, una iglesia con un techo de latas,
pero a reventar de gente que está siendo ganada para Cristo a un lugar lujoso y
suntuoso dónde van 3 o 4 personas, usted se encuentra Iglesias llenas en el
mundo entero muy grandes y a reventar , y muchas de esas iglesias han crecido a
base de predicar un evangelio completamente equivocado, con un evangelio
atractivo, que seduce, haga memoria en cuantas iglesias les estarán hablando del
infierno, o del apocalipsis, el arrebatamiento, arrepentimiento y de las
señales del fin.
Dios es un Dios de amor pero esa es una cara de la moneda, la otra cara es que es un Dios de juicio, estamos bajo la gracia pero ese período
algún día va a terminar, una persona que muere sin Cristo ya no está bajo la
gracia, pero no nos gusta escuchar que somos pecadores, depravados, sucios,
impuros, egoístas, inmorales, injustos, indignos. No eso no nos gusta
escucharlo, al contrario nos gusta escuchar que somos campeones, que somos los
mejores, que merecemos lo mejor, ¡ah! eso si nos gusta ¡claro!, qué merecemos lo
mejor y tener mucha plata y dinero, eso sí nos gusta, no nos gusta escuchar que
no hay nada, nada podemos hacer para que Dios nos acepte nada… en cambio sí nos
gusta que nos digan que somos campeones que tenemos corazón de campeón, que
Dios nos ha llamado a ser cabeza y no cola, sí señor eso hace referencia a que
usted es ejemplo a que usted debe ser testimonio en una sociedad, no a que usted
va a ser el primero en su empresa, en el trabajo, en el deporte, en sus
negocios, el primero en la universidad…¡No señor! eso hace referencia a ser
testimonio, santidad predicando la palabra, cabeza y no cola. Nos encanta que
cojan versículos bíblicos y los tuerzan y los tergiversen y enseñen cosas que
nos son de Dios; como por ejemplo, ese versículo que dice: Y tú prestaras y no pedirás prestado; entonces
utilizan este versículo para hablarle a la gente de las deudas, hermanos los
hijos de Dios estamos llamados a tener plata y dice la palabra que vamos a
prestar y no pedimos prestado. Ese versículo no habla de eso, habla del consejo,
de la sabiduría, usted estará tan lleno de Dios que tendrá para dar, para dar
sabiduría, para dar consejo a otros, para iluminar a otros con la sabiduría de
la palabra prestaras y no pedirás prestado.
Redargüir es convencer, no nos gusta escuchar estas cosas
y así como el apóstol Pablo le dijo a Timoteo: te encarezco que prediques la
palabra, hoy el Señor nos está diciendo a usted y a mi, prediquemos la palabra mis
amados, no podemos seguir adormecidos, no podemos seguir conformes, no podemos
seguir en nuestra zona de Confort, mírese a un espejo, el tiempo está pasando y
un día se nos van a demandar cuentas de cuento fruto dimos y de lo que hicimos.
Hoy la oración que tenemos que hacer es: Señor perdóname porque yo no estoy
dando lo suficiente, perdóname Señor porque yo estoy pensando solo en mi y absorbido en
mis problemas, en mis lucha, en mi depresión o en mis bajonazos, en mis cosas
personales, pero yo ya no hablo, yo ya no predico, ya no hay fuego en mi
corazón por predicar, por compartir de la palabra a otros, perdona nuestras
oraciones egoístas, solamente centrada en nosotros Jesús, perdonamos por no
predicar en el nombre poderoso de Cristo Jesús, Ayúdanos a predicar, a predicar
y poder dar fruto para ti en el nombre poderoso de Cristo, Señor Jesús te lo pedimos,
ayúdanos, inquiétanos, estórbanos Jesús, no importa si nos rechazan, nosotros
cumpliremos, abriremos la boca, predicaremos, no importa que nos digan
fanáticos, aleluyas, aficionados, legalistas, no importa… no importa danos el
valor para hacerlo en el nombre de Cristo Jesús, Ayúdanos Señor Amén y amén.
Pastor
John Jairo Camargo
Embajadores de Esperanza
Iglesia Cristiana Integral.
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