miércoles, 11 de noviembre de 2020

EL MILAGRO DE LISTRA

 

Hechos 14 – 8:10  

8. Y cierto hombre del Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. 9. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, 10. Dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies, y él saltó, y anduvo. Amén. 

 

CONTEXTO

La biblia contiene muchos relatos de milagros, de sanidades, cosas sorprendentes, cosas que para la gente natural y la gente que no cree en Dios pueden ser inverosímiles, difíciles de creer, imposibles. Lo cierto es que la biblia está llena de muchos relatos donde se nos narran milagros que sucedieron. Y en cada uno de esos relatos milagrosos sin excepción ya sea en el antiguo o en el nuevo testamento siempre hay un componente fundamental qué  medió para que se diera ese milagro, y ese componente se llama Fe. Y aquí en esta porción dice la palabra: (cierto hombre) no nos da su nombre ni quién era ni su identidad sólo nos habla de la condición de este hombre dice cierto hombre; de Listra una ciudad llamada Listra. ¿Cómo estaba  ese hombre? dice sentado ¿por qué estaba sentado? ¿descansando? ¡No! estaba sentado porque era un hombre imposibilitado de los pies, es decir sus pies eran completamente inservibles. Nos dice la palabra que tenía un problema de nacimiento y que él nunca jamás había andado. Este hombre estando allí en esa posición en esa condición en esta ciudad escucha hablar al apóstol Pablo… él estaba predicando. Y el hombre se quedó mirando a Pablo. De pronto Pablo voltea a mirarlo y el apóstol Pablo se queda fijo; fijó su mirada en este hombre. Dice que Pablo fijó sus ojos en él y al verlo no se concentró en la condición ni en la situación de este hombre sino que dice la palabra que Pablo viendo que tenía fe para ser sanado gritó, habló duro a gran voz: ¡levántate derecho sobre tus pies! 

 

APLICA LA PALABRA

 

Y la primera lección es la siguiente:

En medio de la dificultad, en medio de la necesidad, de los problemas, de los retos diarios y cotidianos que al afrontarlos correctamente nos llevan a crecer en nuestra fe en medio de las situaciones fortuitas que surgen en la vida y que nos retan a creer nosotros tenemos 2 opciones:

 La primera: O le dejamos saber, ver a Dios nuestra fe; o le dejamos ver a satanás nuestro temor. En cualquiera de las 2 situaciones vamos a obtener lo que estemos creyendo… amén. Así es. Y aquí a mí me impacta más que el milagro en sí mismo me impacta el hecho de que la palabra nos narre que al quedarse el apóstol Pablo viendo a éste hombre lisiado vio su fe. La pregunta es esta ¿Cómo? ¿Cómo vio la fe y como la vio? ¿Qué se ve? Y no es el único caso en la biblia en donde se  realiza un milagro después de que alguien vio fe, un hombre de Dios en este caso el apóstol Pablo, pero váyase  usted corriendo a cualquiera de los evangelios Mateo, Marcos, Lucas y Juan y va a encontrar milagros que el Señor hizo al ver la fe... al ver la fe. El  alma del ser humano no se le olvide nunca este principio que le voy a dar; “el alma del ser humano tiene cosas dentro,  puede albergar cosas,  usted no las ve, pero en el mundo espiritual si se ve”. Recuerden que la palabra dice que Dios mira el corazón se ve en lo espiritual se puede ver y el Señor ve su fe y ve mi fe. Y cuando usted en medio de una situación x o y si lo que usted está manifestando es un temor y un miedo y una incertidumbre, usted imposibilita a Dios por medio de ese temor para que el señor obre ¿por qué? porque ¿usted es más poderoso que Dios? ¡no! lo que pasa es que Dios dejó escrita la palabra sí y Él no la va a cambiar. La palabra de Dios no es como la constitución política de un país que se puede manosear al antojo de los gobernantes de turno entonces cómo está ley ya no sirve o no nos conviene entonces llamemos a un referendo y empezamos a modificar las leyes y a modificar una cantidad de cosas. La constitución política de un país, se puede pasar por alto, puede ser burlada, la ley burla las normas, la biblia no, no  podemos hacer eso con la biblia ¡no podemos! usted puede intentarlo si quiere, pero no, es posible hacerlo hermano. Entonces cuando yo me veo afrontando situaciones duras difíciles que retan mi fe, me retan a creer o a desmayar, yo estoy dejando ver mi fe yo tengo que dejarle ver a Dios mi fe, ¿Quiere ver milagros? déjele ver a Dios su fe, empiece a obrar. No es cuando usted tenga que usted debe dar es cuando no tiene que debe empezar a dar para que usted vea el milagro, así es con Dios, porque mucha gente se va tanto al extremo de la lógica no no no no no… es que hay que esperar a que Dios apareje, hermanito y si Dios no le apareja y le está diciendo no la tormenta no se la calmo hoy mismo, primero se baja de la barca y camina se atreve a dar el paso y a caminar sobre las aguas…¡hágale!  ¡Para que vea cómo lo respaldó y para que vea cómo lo bendigo antes no!

-Esperemos a que pase la tormenta y la lluvia…¡nunca, usted va a envejecer y nunca verá milagros!. El apóstol Pablo dice la palabra: vio que tenía fe, el apóstol vio que este hombre tenía fe y cuando Dios ve que usted tiene fe para superar los problemas que le embargan, las luchas que tiene, la escasez, los límites, Dios empieza a moverse y Dios empieza a obrar. El problema es que muchas veces usted ha contristado al Espíritu Santo, lo ha resistido porque usted lo que deja ver es su temor y así actúa y así se comporta lleno de temor ¿Por qué actuamos así?. Pero aquí se nos está exponiendo el caso de un hombre y se nos habla de su condición: cierto hombre de Listra estaba sentado. Imagínese usted a este hombre en esta condición, para este hombre todos los días eran iguales ¿Que cambiaba? nada…ésta condición que tenía tan fuerte, tan terrible, ésta limitante tan dura tan fuerte, un hombre impotente físicamente, un hombre que seguramente era ignorado, socialmente hasta por su familia, esa era su condición. Estaba imposibilitado de los pies, otras versiones dicen tullido, tullido de los pies, era en sus pies donde estaba el defecto o el problema lo que lo limitaba en sus pies. Y sus pies  son los que están en el cuerpo para que usted se pueda movilizar, avanzar, crecer, disfrutar esta vida; en este hombre ese era el problema. Y este problema venía de nacimiento dice la palabra: cojo de nacimiento, nació con esa desgracia y tuvo que haber tenido una vida terrible una niñez terrible, no poderse desarrollar, ver pasar la vida, ver como otros si se desarrollaban pero él no podía. Usted se alcanza a imaginar la situación por eso es tan impactante y leer que cuando el apóstol Pablo lo mira y dice: vio que ese hombre tenía fe para ser sanado qué tremendo esto. Vio que tenía fe para ser sanado.

 A veces nosotros teniendo físicamente todo estamos llenos de miedo y de temores. Nosotros teniendo absolutamente todo a nuestra disposición en nuestras vidas estamos completamente limitados y estamos amedrentados. Estamos asustados por el jefe en el trabajo que nos tiene montada la perseguidora cómo se dice, o por el familiar o por el vecino por el amigo. Vienen tormentas vienen aguaceros porque hay días de días, situaciones duras, dolorosas, pero así mismo hay días gratos; hoy para mi fue un día de recibir muchas noticias buenas, buenos testimonios de la gente, respuestas, puertas abiertas, gloria al Dios del cielo por eso, y situaciones que me alegraron profundamente el corazón situaciones por las que veníamos orando desde hacía años. Y vienen las respuestas, le dije esta mañana alguien que me daba un testimonio le dije: la justicia cojea pero llega, la justicia cojea pero llega, en un pleito legal hace más de 8 años, gente pobre hermano muy pobre, no tuvieron nunca para pagar un abogado, pero fue Dios el que peleó, contra alguien que les hizo mucho daño y salió la sentencia del juez condenando a esa persona a 40 años de cárcel. Llegó la respuesta se hizo justicia, pero hay un factor importante, esas personas nunca desmayaron, no tuvieron plata para pagar un abogado, no tuvieron plata para sobornar un juez, no tuvieron plata para nada porque no tienen, son gente de escasos recursos, pero cuando usted confía en Dios, Dios obra milagros, Dios abre puertas, Dios le trae respuestas, Dios cambia condiciones de vida, pero muchas veces en nuestra alma hay unos pies lisiados y por eso usted está sentado, y de pronto usted tiene ese temor arraigado desde su niñez; de pronto usted tiene ese temor arraigado lo tiene lisiado desde su niñez por qué usted quizás mujer tuvo un papá que nunca la abrazo, que nunca le dio un beso que nunca le dio una palabra de aliento y por eso usted hoy tiene lisiada su vida por esa baja autoestima, tiene lisiada su vida por esa falta de seguridad en sí mismo, en sí misma. Y esa es su condición y estás sentada, este hombre estaba sentado dice, postrado, tirado dice otra versión, estaba imposibilitado, y hay gente así hay gente imposibilitada, aquí hablamos la palabra usted lo sabe. Y aquí hablamos fuerte al pecado, de la santidad, de agradar a Dios, ¡claro! pero nunca se le olvide qué nada de eso es en vano, al que se consagra Dios lo bendice, honra al que merece honra, el Dios que usted tiene, el Dios que yo tengo sabe honrar a sus hijos, a los que le obedecen al Señor. Este hombre nunca había andado jamás, su deseo era caminar porque cuando el apóstol lo mira él ve esa fe, pero tenía fe. Oiga toda una vida sin caminar y este tenía fe para caminar. Cuando Dios lo quiere empujados a crecer en la fe sabe ¿Que hace dios? le pones situaciones enfrente, lo reta a dar pasos, los reta a bajarse de la barca… lo reta. Los reta a bajarse de la barca en medio de la tormenta porque hay gente que quiere todo sobre seguro, hay gente que primero va y tantea el terreno a ver si sí o si no.

Usted se imagina al apóstol Pedro cuando era de noche, esa barca completamente azotada y  dice: se asustaron pues viene como un fantasma, veían una luz allá encima del agua que se aproximaba y eso que es no es un fantasma,  el único que se atrevió fue pedro y dijo: Señor si eres tú manda que yo camine sobre las aguas y el Señor simplemente le dijo: ven. Y este hombre se atrevió a dar un paso. Tenemos este hombre lisiado que tenía un deseo caminar, pero la medicina no le daba ninguna posibilidad, sólo un milagro podía cambiar su drama, pero ese milagro tuvo una fuente ¿Cuál fue? Que él escuchó a Pablo, lo escuchó predicar la palabra, lo escucho hablar de Cristo Jesús. Porque dice éste oyó a hablar a Pablo. ¿Que estaba haciendo el apóstol Pablo? el apóstol estaba predicando la palabra en Listra, mire el versículo 7. Predicaba el evangelio con Bernabé, predicaban el evangelio y este hombre postrado, lisiado, ¿Qué hizo? escucho a Pablo predicar. Seguramente era la primera vez o los primeros sermones, se estaba empezando a dar a conocer, pero cuando este hombre escuchó a Pablo predicar, este hombre dijo yo tengo fe, yo creo que ese Dios del que está hablando Pablo me puede levantar, tremendo esto. 

“Los milagros de Dios se comienzan a manifestar cuando usted entra en el terreno de la predicación bíblica. Y sobre la vida de aquellos que con atención escuchan la palabra, no de manera distraída”. 

Cuando usted actúa así, cuando usted escucha con atención profunda, quien lo esta viendo es el Espíritu Santo y de acuerdo a la disposición de su corazón el Espíritu Santo va a ministrar milagros en su vida. Entonces cuando yo quiero entrar en el terreno de los milagros tengo que empezar por escuchar con atención la predicación y la enseñanza de la palabra, ya entienden ustedes por qué yo insisto en que no se distraigan con las cosas de Dios, denle a Dios lo mejor. 

Y en este hombre había fe para ser sanado, cuando el apóstol lo mira es impelido, es  impulsado, es dirigido a soltarle una palabra de sanidad. Si usted quiere ver milagros en su vida ¿Qué debe hacer? empezar por escuchar atentamente, les digo a los que acostumbra a llegar tarde al culto llegué temprano arrepiéntase de eso hermano(a) llegué temprano. Por qué el culto no es solo la palabra, el culto es todo el tiempo de adoración, de alabanza, tiempo de oración y después recibir la palabra, esa clase de actitud esta disposición del corazón es la que Dios bendice, si de algo está llena la iglesia es de gente que quiere la unción que quieren servir dicen amar a Dios, lloriquean un poquito por aquí un poquito por allí pero no tienen el valor de tener un sacrificio para servirle a Dios como Dios espera, por eso muchos no desarrollan llamado…nada. 

Entonces este hombre tuvo recibió un milagro pero hubo una fuente que provocó que ese milagros se diera, y fue que este hombre oyó,  oyó hablar a Pablo. Cuando usted se vuelve  constante, cuando usted toma decisiones en su corazón de acero, decisiones firmes de mantenerse, sosteniéndose en la palabra, en la enseñanza, en aprenderla, cuando usted busca la palabra, no busque milagros busqué la palabra entienda esto por favor. 

Hoy la gente no entiende esto, les dicen “campaña de milagros de sanidad y  liberación “ y allá salen corriendo, no están detrás de la palabra, están detrás del resultado del fruto y así no es con Dios…qué tremendo es esto. Usted con su fe puede atraer la atención de Dios y hay muchos casos en la biblia donde se habla de que  el Señor Jesús fija sus ojos, fijos sus ojos en fulano, fijó sus ojos en fulana mirándole, mirándola. Usted con su fe puede lograr, puede hacer que el Señor se fije en usted y envié la respuesta que usted está necesitando.

En hechos 3:4 dice: Pedro con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. En hechos 13:9 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él los ojos. Usted lo que necesita escuche, no es pactar, ¡no es pactar! Dios no necesita su dinero manipulador, sus ofrendas manipuladoras; que pretenden comprar la bendición, no señor, Dios no necesita eso ni nos manda a eso, Dios si nos mandas a ser dadivosos y a darle lo que le corresponde a Dios para apoyar la obra eso sí correcto, pero Dios lo que necesita de sus hijoses que le dejen ver su fe, fe para ser sanado, restaurado, levantado. Muchos se avergüenzan hasta de una enfermedad que tienen. Quién tiene una enfermedad y la oculta se avergüenza de esa enfermedad. Yo les hago una pregunta, cuando ustedes tienen gripa ¿Ustedes se avergüenzan? No. Por qué tener una gripa es normal pero es diferente a una enfermedad de transmisión sexual ¿Por qué? porque usted se avergüenza claro es entendible, pero cuando nosotros entendemos cómo opera el mundo espiritual bajo los principios bíblicos nuestra acción va a ser clamar. 

¿Usted cree que en la antigüedad la lepra no producía una vergüenza? claro que la  producía, pero acuérdense que se acercaron unos leprosos a Jesús no les importó la vergüenza ellos pidieron y clamaron, cuando yo tengo una enfermedad en mi vida hermano yo no me puedo poner con vergüenzas y a manejar las cosas solo, ¡no! yo tengo que buscar a los hermanos en la fe, aquellos que lo respaldan en oración y decirles: yo tengo la fe de que Dios me puede sanar, de que Dios me puede levantar, sí, quizás yo ocasioné esta enfermedad por mí desórdenes en el pasado etc. pero yo tengo la fe y necesito que me ayuden a orar, claro que vamos a orar, en eso se manifiestan milagros no escondiéndola, usted no ve un sólo un milagro en la biblia que se haya dado después de una persona escondiendo su necesidad fuera la que fuera, no; por el contrario se manifestaba se hacía pública. Y eso no lo entiende mucha gente, así también hay gente que esconden sus problemas financieros, qué vergüenza decir que están pasando hambre, qué vergüenza decir que no tienen nada en la alacena, qué vergüenza decir que no tienen para el bus, deje la vergüenza hermano(a) somos una familia en Cristo para apoyarnos en oración. Mis amados cuánto nos hace a falta nosotros entender y comprender cómo opera el mundo espiritual para provocar lo sobrenatural de Dios, porque no se le olvide nunca esto: Dios quiere hacer milagros sobre nuestras vidas él quiere el Señor quiere. Y dice la palabra y viendo que tenía fe para hacer sanado; hay una versión tremenda qué dice: y viendo que tenía una fe capaz de curarlo…  que tremendo es esto. 

Hablamos mucho, de muchos versículos que hemos convertido en vulgares frases de cajón, pero ni siquiera los entendemos y los discernimos. Como por ejemplo el famoso versículo donde el Señor dice que si tienes fe como un grano de mostaza del tamaño de un grano de mostaza, eso se lo sabe todo el mundo hasta el que no conoce de Dios, él lo sabe también pero no entendemos la dimensión espiritual, la voz de la verdad espiritual que el Señor nos está dando allí. El problema es cuando usted dice tener fe, pero ¿esta fe esta fundamental en qué? Sí, es que mi fe tiene que estar fundamentada en lo que Dios me ha hablado, en lo que Dios me ha dicho, lo que Dios me dice cada día a través de los devocionales, a través de la reunión que tenemos presencial los domingos, a través de la palabra rhema que me da. 

Pero si yo vivo poniendo los ojos sobre mis circunstancias, mi fe va a ser una fe fluctuante, débil, contaminada, enferma, con lepra. Con la lepra de la duda, con la lepra del temor. Y yo tengo que aprender, entender que el Señor puede ver esa fe. Éste cojo deseaba ser sanado, eso era evidente, porque aquí no dice que el clamó a Pablo y gritó: ¡Pablo apóstol ungido de Jehová sáname e  imponme tus humanos!, ¡no!, lo que dice es que este hombre lisiado escuchó la predicación, escuchó al apóstol hablar la palabra. Entonces la fe no es algo que usted siente porque la fe no es una emoción, la fe es algo que usted le expresa a Dios a través de su actitud. Por ejemplo: Llega su jefe mañana, lo amenazan, le dijeron, le insinuaron que lo van a despedir, ¿Cuál debe ser su actitud? “¡Señor aquí yo no nací aquí no me voy a morir tú sabrás qué vas a hacer conmigo amén, tú me sostienes!

Los que trabajan independientes abren su negocio, Señor hoy tu bendices este día, hoy tu bendices este día, éste negocio, das gracia delante de la gente, es bendecido por encima de todos estos negocios en el nombre de Jesús, tú traes la gente, tú la traes no soy yo eres tú, tú eres el que sostiene este negocio, prospéralo, levántalo pero para la gloria y honra de tu nombre. 

Mis amados como nos hace falta entender, como nos hace falta comprender, como nos hace falta discernir, porque muchas veces el alma está llena de una lepra llamada temor y miedo y por eso usted no ve muchas cosas, no se le olvide qué sin fe es imposible agradar a Dios, la fe  le gusta a Dios, y usted tiene que dejar que su fe se vea, deje ser tan matemático, deje de ser tan calculador, deje estar queriendo hacer cosas también tan perfectamente calculadas para dar pasos, también tenemos que atrevernos, también tenemos que creer, también tenemos que tener arrojo y en el nombre de Jesús decir, Señor me lanzó y tú me respaldas, no sé qué vas a hacer. 

Y Pablo le dijo a gran voz, es decir el apóstol Pablo al ver esa fe, movido por el Espíritu Santo, yo creo que le salieron las palabras, le empujaron las palabras. Eso no fue un grito para impresionar a nadie tampoco fue un grito de emoción. 

Fue una orden saturada de poder y fe, del poder de Dios y la fe de este hombre. Muchos pueden gritar, pero no tienen ni una chispa de fe. ¡A usted lo ponen a orar y es el que más grita, pero ah como está atemorizado con sus problemas personales y cómo está de achantado con sus problemas personales! ¡Fe! hoy Dios le está hablando de fe. Y este hombre lisiado recibe una orden: levántate derecho sobre tus pies… fue una orden. 

Generalmente cuando tenemos fe y usted le pide al Señor, y nosotros no entendemos, usted le puede pedir a Dios mil cosas, escuche usted le puede pedir a Dios mil cosas, que le habrá mil puertas, pero esas puertas muchas veces se van a abrir mis amados a través de órdenes que el Señor les va a dar, y esas órdenes generalmente implican actos de fe…  actos de fe, creerle a Dios. Deje su temor. ¿Cuántas decisiones equivocadas usted ha tomado en su vida producto del temor? ¿Hace cuánto conoce usted de Dios y todavía no ha aprendido a confiar en él? Levántate derechos sobre tus pies. Y dice la palabra que saltó y anduvo. Es decir este hombre hizo más de lo que se le pidió, de lo que se le ordenó; el apóstol no le dijo que saltara, le dijo: levántese; éste hombre tenía una fe, una fuerza tal que cuando recibió la palabra este hombre pego un brinco, no dice que se puso a pensar que se puso a dudar, no hermano, Dios a usted le ha hablado Dios a usted le ha dado palabra, si usted está dudando de lo que Dios le ha dicho por causa de lo que está viendo, en las circunstancias diarias arrepiéntase de esa duda, pídale perdón a Dios y dígale: Señor ayuda a mi incredulidad y ayúdame a creer porque yo quiero creer, yo creo en ti Señor y ¡levántese!. Por supuesto toda una vida sin caminar, dice la palabra que este hombre brincó, saltó y anduvo. Eso le implicó un esfuerzo, pero ese esfuerzo fue recompensado. 

El creyente que no pone de su parte, es porque no desea ver milagros. ¿Qué le impide a usted ser sano? ¿Qué le impide a usted ser sano? ¿En que reconoce usted hoy que está lisiado y no avanza? ¿Qué está roto dentro de su alma hermano? ¿Qué persona en su vida significativa, papá, mamá, tío, primo, abuelo, quien sea le rompió el alma que no le deja creer y quedó lisiado? ¿Qué carencia psicológica, emocional, espiritual usted tuvo en su infancia, el papa que no le abrazo, el papa que nunca tuvo, el papa que nunca respondió?  Yo duré muchos años lisiado, hasta que entendí este tema. Y había cosas en mi alma que me impedían ser sano, que me impedían disfrutar de la gloria de Dios aquí en esta tierra, muchas cosas suceden en las vidas de las personas que los dejan lisiados. Pero usted se está alimentando de la palabra cada día para que esta fe sea fortalecida.

 Hoy les digo Embajadores y Embajadoras de esperanza… levántense a creer, que Dios viene con bendición, levántense a poner en orden sus vidas en todas las áreas. No se canse de pedir por un milagro nunca es demasiado tarde para un milagro, Siempre es temprano para que se realice.

Te damos el nombre de Jesús honra y gloria Señor, por tu palabra, por tu amor, porqué nos hablas, que esta palabra traiga libertad a todo el que la escuche y la lea, no importa el país, no importa la hora, no importa el lugar, que esta palabra traiga libertad, que retumbe en sus oídos Señor, báñala con la unción de tu Espíritu Santo, esta palabra, estas enseñanzas, que venga libertad en el nombre poderoso de Cristo Jesús; que tú puedas vernos y puedas ver en nosotros la fe… la fe para salir de ese problema, de esta situación, para ser sanados en el nombre poderoso de Cristo Jesús y así como hoy recibí tremendos testimonios bendito sea el Señor, padre yo creo que toda persona que está leyendo esto va a estar dando testimonio también, para un honrarte a ti Señor en el nombre de Jesús, gracias señor amén y amén.

Pastor 

John Jairo Camargo Salguero
Iglesia Cristiana Integral 
Embajadores de Esperanza

 



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¿Idealizando?

 ¿Quien dijo que la vida es fácil? ¿Quien dijo que caminar tomado de la mano de DIOS es fácil? ¿Quien dijo que en esta vida todo es felicida...