LO QUE CONFESAMOS
Muchas veces los creyentes no somos conscientes del poder que
hay en las palabras sin entrar y sin caer por supuesto en un tema de confesión
positiva y cosas que no son bíblicas, pero si es verdad que hay poder en lo que
usted habla, hay poder y debemos tener cuidado.
En el libro de proverbios 23:7 dice:
Porque cuál es
su pensamiento en su corazón, tal es él.
Dice la palabra en Josué
1:3:
Yo os he
entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de
vuestro pie.
Dice la palabra en Marcos
9:23:
Jesús le dijo: Sí
puedes creer, al que cree que todo le es posible.
Quizás usted a la situación que vive y que hoy le
agobia lo que hace falta es una pizca de fe, no una gran cantidad de
fe, una pizca… Si tuvieras fe del tamaño de un grano de mostaza. Dios
no pide montones de fe, cosas sobrenaturales de fe, ¡no! Dios pide que usted
use la fe que Él le dio, porque dice la palabra que Dios nos dio a cada uno una
medida de fe; a cada ser humano conozca o no conozca de Dios, tiene una medida
de fe; ya es otro tema como cada quien enfoca esa fe y sobre que la basa, pero
todos tenemos una capacidad de creer en algo o alguien.
Ahora usted y yo que somos hijos de Dios, los creyentes,
tenemos que enfocar nuestra fe y darle una base bíblica, una base espiritual fundamentada
en la palabra, no en las emociones y tampoco en las circunstancias. Según
la biblia el hombre es producto de sus pensamientos lo que usted piensa es lo
que usted termina hablando, de lo que está llena su mente y su corazón, sus
sentimientos, sus emociones, en general su alma es de lo que usted habla; y
eso es en lo que usted se termina convirtiendo, es lo que determina en muchas
ocasiones su comportamiento y lo que alcanza.
Así que dejemos la irresponsabilidad de lo que vivimos y de
lo que nos pasa, y aceptemos que muchas veces el estancamiento en nuestras
vidas no es más que el producido por nosotros mismos, por esa mentalidad pobre
y muchas veces llena de excusas, si hay algo habitual en consejería es
encontrar gente con una mentalidad muy pobre. Se molestan si se les
confronta, se molestan si se les dice y se les hace ver su mediocridad
espiritual, se molestan si se les hace ver la mediocridad de esa fe que dicen tener.
Si hay algo común encontrar es encontrar a esos creyentes, a
esas ovejas que quieren la bendición y las cosas no les fluyen, pero no es que Dios
no quiera bendecir es que no dejan la negligencia. Están llenos de negativismo,
no se mueven, no son proactivos, diligentes, no trabajan con energía, no
le meten entusiasmo, no sudan con dolor, a veces tenemos que meter el hombro
hasta que nos duela para hacer que las cosas pasen y Dios nos va ayudando y es
esa fe y ese ahínco, esas obras, ese entusiasmo, ese sudar es lo que Dios
bendice no sus excusas.
Usted necesita trabajo se conformó con 10 hojas de vida que
pasó mientras que el impío pasa 100, pero usted está lleno de excusas, se
duerme, se toman descansos de semanas, se va de vacaciones, interrumpe
procesos, va y trabajo un día, 2 días, 3 días y con eso siente que cogió el
mundo a dos manos. ¿Cómo espera usted, progresar, avanzar y que se le abran
puertas? Y eso se aplica para absolutamente todas las áreas de la vida,
incluida la espiritual.
Si hay algo de lo que está llena la iglesia es de gente que
habla de que tiene un llamado y ciertamente mucha gente tiene llamado, pero la
mediocridad espiritual no los deja crecer ni avanzar y lo más peligroso de esa
mediocridad es que muchas veces no se dan cuenta que la tienen ahí encima. Dejemos
de culpar a los demás, las situaciones las circunstancias o a Dios de lo que
nos pasa, de las puertas que no se abren, de su forma de pensar.
Esa forma de pensar suya es quizás la que lo tiene estancado, esa
forma de pensar suya es quizás la que lo tiene amarrado, es quizás esa forma de
pensar suya la que está trayendo maldición de escases y estancamiento a su vida
hoy. Porque seamos sinceros muchas veces hay mediocridad, porque tal como usted
piensa así es usted; así es usted y hay muchas cosas de actitud que faltan
en nosotros para afrontar la vida, incluso para servirle a Dios, para salir
adelante.
La biblia es clara cuando dice que la mano diligente
enriquece, pero la mano negligente empobrece; la actitud lo puede llevar a
usted a morir en un desierto; le recuerdo que la biblia dice en el antiguo
testamento exactamente en el libro de números 14:24 Pero a mi siervo Caleb, por
cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la
tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión.
¿Por qué razón Caleb entró a la tierra prometida? de los millones
que salieron de Egipto, sólo 2 entraron a la tierra prometida Josué y Caleb; y
la biblia dice de Caleb (por cuanto
hubo en él un espíritu diferente) y del original hebreo esa palabra “espíritu” se traduce actitud.
Quizás a usted las puertas no se le abren por su actitud, de
pronto haya alguien que este leyendo esto y pensará; pero nosotros le metemos
el hombro, hacemos publicidad, hacemos esto, hacemos aquello, bueno muchas
veces hay un trato de Dios en usted enseñándole a ser fiel en todas las áreas
de su vida para con Dios, tratando en la fe, pueden haber cosas espirituales
estorbando, puede ser que usted haya tenido una cobertura espiritual que le ha
traído estancamiento porque eso puede pasar, la cobertura espiritual es
importante, muchas veces mis amados el
estancamiento material es por qué se está pecando por negligencia en
muchas áreas. Gente que es negativa y su forma de hablar es una forma de hablar
que no le agrada Dios, es una forma de expresarse y que no le gusta a Dios, y
no estoy hablando de groserías, no estoy hablando de vulgaridades, estoy
hablando de ese ambiente espiritual que muchas veces usted exhala como un
mal aliento, usted abre su boca y sale ese mal aliento, así en algún momento
nuestra boca saca palabras que no son correctas, que no son agradables delante
de Dios; esa forma de hablar, esa forma de expresarse, ese negativismo, esa
falta de confianza en usted, esa falta de confianza en el Señor.
Yo tengo que hablar lo que yo estoy creyendo y lo que
estoy esperando a ver, porque “La fe es pues
la certeza de lo que se espera” ¿Tiene una
situación dura y difícil? empiece a hablar lo que usted está creyendo,
perdóneme la expresión, pero si usted sigue diciendo: <<esta vaina está
muy jodida>>, << esto yo lo veo más enredado cada día>>,<<
yo no sé qué vamos a hacer pero esto está muy fregado>>,<< yo no
veo esto avanzar>>… ¡cállese!. ¡Si usted va a hablar maldición,
mejor cállese! si usted no va a hablar bendición, mejor guarde silencio hermana(o) quizás usted que está leyendo este devocional
en esta oportunidad está reflexionando: yo tengo la forma de hablar muy
negativa, yo soy muy pesimista, yo soy muy limitado en mis cosas, yo mismo me
limito, yo mismo me frenó, yo mismo con mi manera de pensar, porque yo digo creerle
a Dios pero con mi vida, pero pará con
mis cosas a nivel personal yo actuó de una manera diferente no soy consecuente.
Dice la palabra en Proverbios 23: 7 “uno es lo que piensa” Lo que usted es, es lo que usted piensa, quizá
su estancamiento simplemente es que usted vive estancado mentalmente. Mis
amados ustedes conocen el ejemplo clásico, famoso que se emplea para charlas de
liderazgo y que deja ver una verdad espiritual; de los 2 vendedores que llegan
por allá al áfrica y encuentran a toda la gente andando descalzo y una pobreza
tremenda y uno de ellos llama al jefe y le dice: no jefe yo me devuelvo porque
aquí la gente está muerta de hambre…¡no pues devuélvase!. Y el otro
vendedor dice: jefe nos va a ir excelente, aquí nadie tiene calzado y
vamos a vender todo.
¿Cómo estoy viendo las cosas en mi vida? muchas veces no
vemos sino el obstáculo y no estamos viendo la oportunidad. El asunto es cómo
yo miro las cosas, muchas veces nosotros con la forma de pensar nos estamos
programando para fracasar, muchas veces nosotros con la forma de pensar nos
estamos programando para que antes de hacer las cosas ya fracasen y se caigan, mis
amados tenemos que corregir la manera de pensar.
Lo que usted piensa eso es usted, lo que usted piensa en
eso se termina convirtiendo, si usted piensa que soy un fracasado eso va a ser,
lo dice la palabra: “por qué cuál es su
pensamiento en su corazón, cual es
él”.
Puede ser su YO, su mejor amigo o su peor enemigo, porque hay
cosas en su vida que usted no supera, por qué hay cosas tan triviales que le
dominan como la comida, como la pereza, la ira, el mal genio, ¿sabe por
qué? Por qué literalmente usted con su forma de pensar se está programando
para que eso le domine, para qué eso ejerza sobre usted un poder limitador.
Basta ya de esa mediocridad y de esa forma de pensar que no
nos deja ver las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Podríamos decir que
el ser humano tiene un (YO público),
es lo que conozco de mí y deseo que otros conozcan de mí, podríamos decir que
el ser humano tiene un (YO privado)
qué es lo que conozco de mí y escondo a otras personas. Podríamos decir que,
el ser humano tiene un (YO ciego) cuál
es lo que yo no conozco de mi, pero otros si lo ven, podríamos decir que
tenemos un (YO desconocido) es lo
que yo no conozco de mí y que otros tampoco conocen.
¿Cuántas capacidades, habilidades, talentos enterrados que
usted hermano ni sabe que tiene?, que por su manera de pensar no se atreve a
dar pasos de fe, no se atreve a lanzarse. Se es muy bueno lamentándose, muy
bueno pensando en que el sueldo y la plata no alcanzan, se es tan limitado con
cosas tan sencillas, como por ejemplo, cuando la fe no alcanza para creerle a Dios
que puede proveer para unas vacaciones a final de año porque la fe tiene tamaño
y es el tamaño de un sueldo y se encasilla sin darse cuenta a Dios dentro de 4
paredes de nuestra cabeza.
Nos hace falta el arrojo nos hace falta dejar ver esa fe y
dejar ver esa fe en lo natural, en lo cotidiano, en la forma de hablar, <<yo
voy a salir adelante>> ya no
pienso más en el estancamiento, creo que Dios me va a bendecir allí en el lugar
donde Dios me puso trabajo, empresa, colegio, universidad, ciudad, barrio, o lo
que sea, allí Dios me va a bendecir, una cosa es lo que dicen las
circunstancias otra cosa es lo que dice el Dios del Cielo, Dios está conmigo, Dios
me levanta, Dios tiene un propósito, Dios no me llamó para estar estancado, Dios
me va a ayudar; pero usted se tiene que mover.
¿Qué acciones de calidad usted le está metiendo a su fe? deje
ver su fe por sus obras porque sin fe sus obras están muertas. Lo que usted
confiesa usted lo alcanza… y aquí no estamos hablando de confesión positiva,
estamos hablando de que usted hable las cosas que a Dios le agradan, ¡soy
bendecido tu palabra lo dice!, ¡soy prospero en el nombre de Jesús!, ¡soy
próspero espiritualmente, mi alma se enriquece con tu palabra, mi alma se llena
con tu sabiduría, mi alma se llena de tu voluntad y las demás cosas vienen por
añadidura!, ¡soy prospera porque estoy buscando tu palabra, soy próspera, Señor
yo bendigo mi vida, la veo, digo y abro mi boca para bendecirme, bendigo mi
salud, no declaró más muerte, no declaró más, no declaro más!
Pero a veces sólo hay quejas y eso es lo que usted declara, hay
suciedad en su boca porque en su corazón hay eso…suciedad; y no lo
reconocemos, no lo aceptamos. Mis amados tenemos que reaccionar si
usted se sigue mirando con la misma escasez, si usted se sigue mirando con la
misma miseria, si usted se sigue mirando con la misma pobreza, sí usted sigue
concentrado y concentrada en las imposibilidades y en la falta de oportunidades.
¡Basta ya de quejas, basta ya de decir que la plata no le
alcanza, pídale a Dios que le cambie chip y deje de utilizar sus tarjetas
de crédito para endeudarse, más bien utilice sus tarjetas y póngala a trabajar,
póngala a producir, invéntese algo, un negocio, algo bueno muévase, atrévase! Por
lo menos que cuando se muera pueda decirle a Dios yo lo intenté, yo te creí, lo
intenté, por lo menos que usted pueda decir eso, cuando menos que se tenga un
testimonio que contar distinto a la queja, distinto al lamento.
Sacúdase de esa telaraña, de ese polvo que tiene allá metido
en la cabeza, de esas cucarachas hermano que por ella subconscientemente le
dice tranquilo que Dios le va a dar, tranquilo que Dios lo va a llenar…Dios le
va a dar, Dios le va a bendecir pero empiece
a moverse usted, provoque que las cosas
pasen también, haga que las cosas pasen, piensen en ideas, sea diligente
espiritualmente, busque, indague, investigue.
El grave problema es que nosotros tenemos una forma de pensar
muy mediocre y no nos damos cuenta, pero alguien no lo tiene que decir, quizás
a usted Dios le está diciendo en este instante usted mujer u hombre son
mediocres, sueñan mucho, hacen cosas muy bonitas, pero es un ave de corto vuelo,
la biblia dice que somos como las águilas y que nos vamos a remontar a nuevas
alturas.
¿Y sabe qué
significa la palabra mediocre? no es un insulto, la palabra mediocre establece
o denota un estado espiritual del alma, la palabra medio que significa medio -cree,
le cree a Dios pero a medias, ése es un mediocre, si Dios me ha dado una
palabra de bendición, si a mi Dios a través de las escrituras me ha dado
palabra de bendición, de qué va conmigo adelante, mire hermano usted lo que
tiene que hacer es tomar esa palabra en el nombre de Jesús, tenerla en su
corazón y moverse en el nombre de Jesús de Nazaret. Se despierta, sale de esa
zona de confort en la que estaba, dónde estaba esperando que todas las cosas le
llegan así suavecito, con poco esfuerzo, le aseguro hermano usted sale esa zona
de confort, usted no va a tener que pedir la consejería, volverá, pero hablar
de las bendiciones y del testimonio de Dios, de las cosas que Dios ha hecho en
su vida.
Pero ése es el estado en mucha gente hoy, esa la situación de
mucha gente hoy, “El triunfo es para el que
lo intente”. El ejército en Colombia tiene una frase que a mí siempre
me ha gustado: Dios concede la victoria
a la constancia. Muchas veces tenemos mediocridad en el corazón y no
nos damos cuenta. Yo lo invito a usted a reflexionar, yo lo invito a qué usted despierte
hermano, por qué no puede ser que nosotros sigamos hablando de las necesidades,
de las limitaciones, de las enfermedades, de las situaciones, y una queja y una
queja y una queja… no hermanos, Dios no nos están llamando a eso qué pena, Dios
nos está llamando a salir adelante, a creerle a Dios, a tener el coraje de
intentarlo, y no de golpear 5 y 6 puertas, a no quedarse quieto, Dios nos
está llamando a golpear la puerta hasta que se abra, hasta que se abra las
puertas que sea necesarias yo las voy a golpear, y mi fe no está determinada
por las puertas que se abran, mi fe está determinada por lo que Dios ha dicho
en su palabra por lo que Dios me ha prometido.
Así que analice bien lo que usted está hablando porque usted
de pronto tiene un negocio, le mete publicidad aquí, le mete esfuerzos, saca la
publicidad, saca el 2X1, el por 3x1, el por 4X1
usted ya no haya que inventarse hermano para levantar el negocio y de
pronto la raíz está en la basura que usted habla, deje de hablar tanta basura,
deje de maldecirse, deje de maldecir su casa, deje de maldecir su negocio, deje
de maldecir su familia, deje de maldecir
su salud, deje maldecir sus finanzas.
Hay gente con la que uno habla y le ponen por delante el
problema, le ponen por delante la enfermedad, le ponen por delante la necesidad,
le ponen por delante la dificultad, le ponen por delante el obstáculo, nunca le
dan gloria a Dios, siempre está glorificando al diablo y después preguntan
porque están como están. Otros quieren andar y avanzar pero literalmente no
sueltan el pasado, ya deje el pasado atrás, dejé el pasado en paz; olvidando ciertamente lo que quedó atrás y extendiéndome
a lo que está adelante les dice el apóstol Pablo, porque también venían a esculcarle
el pasado; le decían: ¿que viene a predicar Pablo si usted persiguió a los
cristianos, usted hacia esto, usted hacia aquello?
Y el Apóstol Pablo les contestó: me olvido de lo que dejé
allá atrás, en Cristo yo me puedo olvidar de mi pasado y si los recuerdo es
para aprender lecciones no para echarme la culpa ni para lamentarme ni para
mirar los años que llevo estancado, estancada. Allí donde usted no ve oportunidades
por su manera de pensar, otros si las ven, y otros si abren puertas, olvidé los
fracasos extiéndase hacia adelante, extiéndase hacia el éxito Dios quiere bendecirle,
Dios quiere ayudarle, Dios quiere darle, sea fiel con Dios no espere que Dios
le bendiga si usted no es fiel con Dios en todo, en obediencia, en sus finanzas,
en santidad ,en estar apartado, en ser de testimonio hermano, conságrese que Dios
lo bendice… Dios lo ayuda… primero Dios, segundo Dios que el resto viene por
añadidura, lo dice la palabra buscad
primeramente el reino de Dios y lo demás vendrá por añadidura, lo demás
viene por añadidura y si estamos buscando cada noche, sí estamos escuchando la
palabra, ¿Entonces por qué no está llegando la bendición? No es la biblia la que
está fallando, olvídese de eso, no es la palabra la que está fallando y no es Dios
el que está fallando… somos nosotros los que nos estamos equivocando y tenemos
que examinarnos.
Delante de Dios somos como olivas y si la oliva no es
machacada, si no es sometida al golpe constante, no saca ese aceite; por eso
muchas veces Dios le permite a uno pasar unas cosas terribles, para que salga
ese aceite hermano, de lo contrario nos dormimos, nos morimos en zonas de
confort que se vuelven para nosotros maldición. Por eso Dios lo manda a salir
del nido. Yo conozco familias que se han quedado viviendo el resto de sus vidas
en la casa de los suegros porque les ofrecieron un arriendo barato o no pagan,
nunca progresan… esa es la mejor forma de maldecirse, esa es la mejor manera de
traer maldición porque pasa lo de la rana, la mete en agua fría la ranita se siente cómoda, la pone en un
fogón empieza a calentar el agua despacio ella en vez de asustarse y de
pellizcarse y pensar me van a matar, lo que pasa es que se duerme, y muchas
veces muere, haga al experimento el animal muere se cocina, no se da cuenta y
hoy hay gente así. Están cocinados por la comodidad, por qué usted en el fondo sabe que le suple su abuelo, su
abuela, su tío, su tía, su primo, su prima, su papá, su mamá etc. Incluso hay padres que se recargan sobre
los hijos, porque los hijos se crecieron, ganan plata y ahora los mantienen y
ellos se relajan; y yo les pregunto: ¿El día que sus hijos no estén qué van a
hacer? ¿De qué van a vivir? ¿Qué van a comer? ¿Cómo van a hacer? ¿Qué van
a hacer en su vejez? Tenemos nosotros que reaccionar.
El evangelio de Marcos
se puede resumir, en una palabra: CREER.
Sencillo creer, y aquí todos creemos, pero no somos consecuentes con eso
que creemos. Si yo le preguntó a usted ¿Cree que Dios le escucha?, sé que
responderán: si amén yo creo. Y si tanto cree ¿usted por qué usted no ora en las
madrugadas?, si usted cree que Dios lo escucha, y si usted cree que la
oración tiene poder ¿Por qué no abre su boca para orar y clamar, tirarse de
rodillas una hora y a solas y encerrado? ¿Por qué no es consecuente?
Si usted tuviera conciencia realmente
su actitud seria otra muchas veces frente a las circunstancias. Nos
estamos equivocando en la actitud. La biblia dice en Mateo 7:7 pedid y se os dará, buscad y hallareis,
llamad y se os abrirá. ¿Entonces la confesión bíblica qué es? Es
el resultado de un corazón lleno de fe y lleno de esperanza basadas en Dios, eso
es la confesión, ¿Qué actitud está teniendo usted? Una cosa es que usted diga:
pues bueno lo voy a intentar a ver cómo me va, otra cosa es que usted diga: Señor
en el nombre de Jesús lo voy a intentar y en esto me va a ir bien y tú me vas a
bendecir amén. Pues usted dice: pues voy a tratar a ver, pues lo estoy
intentando… ¡no! lo estoy haciendo en el nombre poderoso de Cristo Jesús ¿Cuál
es su actitud? Quizás con este devocional el Señor le ha hablado de su
actitud, deje la queja, busque
oportunidades, su fe no puede estar limitada por el sueldo que usted gana, si ha
sido así… ¡arrepiéntase! pídale perdón al Señor, porque con esa con esa
incredulidad está usted ofendiendo al Dios del cielo, otra cosa es que usted diga amén en el nombre de Jesús
asumo ese reto no tengo la plata pero Dios me la dará y algo me voy a inventar,
me pongo a vender empanadas, pero no me quedo esperando a ver que va a pasar.
¿Ese es el Dios en que usted confía? ¿Ese es el Dios que usted les está enseñando
a sus hijos? ¿Un Dios de escasez? ¿Un Dios
de mediocridad? ¿Un Dios al que se le pide durante toda la vida hermano(a) y
nunca responde? Con razón los hijos llegan adolescentes y quieren saber de todo
menos de Dios. Yo veo que la responsabilidad de la percepción de Dios viene del
papa y de la mamá, Dios habló de bendición “pingue”
abundante y exclusiva en todas las áreas de la vida.
Bendito Dios del Cielo, bendice esta palabra, bendice
este devocional, ayúdanos a reflexionar, a ver lo que no vemos, quita los velos, que podamos
crecer. El asunto muchas veces no es más fe, el asunto es usar la que ya
nos diste, ayúdanos en el Nombre de Jesús, perdona si tenemos una
mirada mediocre de las cosas, de la vida, perdona si estamos atenidos a que nos
mantengan a estas alturas de la vida el papá, la mamá, perdona Señor nos adormecemos,
queremos bendición pero nos quejamos ¿Porque yo vivo esto? ¿Por qué esto me
pasa a mí? y siempre estamos mirando hacia afuera pero nunca nos hacemos
responsables, y no aceptamos que las cosas que vivimos muchas veces directa o
indirectamente nosotros no las estamos ocasionando; ayúdanos bendito Dios del Cielo
en el nombre poderoso de Cristo Jesús. Te damos gracias señor… Amén y
amén.
John Jairo Camargo
Iglesia Cristiana Integral
Embajadores de Esperanza
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